¿Quien
vive tu vida?
Esa
es una de las preguntas, que este año y durante este último mes,
mas me ha venido a la cabeza.¿Hemos llegado a sacrificar lo que
queremos hacer, ahora, cuando mas herramientas y fácil lo tenemos,
para conseguirlo?.
Era
lógico pensar que en la edad media, esa pregunta no estuviese muy
presente en la cotidianidad de ningún caballero ni dama de palacio.
Hoy en día, sin embargo, los de este lado del mundo (los que se
corresponden con la parte desarrollada), si pueden hacerla.
Es
más, desde pequeño, entre que te enseñan a decir ma-ma, pa-pa...te
cuelan sin querer, esa terrible pregunta,
''¿que
quieres ser de mayor?''. En ese momento, tu imaginación y
creatividad responde por ti:
''
quiero ser astronauta, payaso, actriz...''. En ese momento, el
ejecutor de dicha pregunta, traga saliva y jura no volver a
preguntartela, antes de sacarte esa absurda idea de la cabeza.
Todo
quedaría ahi, si no fuese, porque llega la adolescencia. Edad, donde
aparte de granos y desajustes emocionales, te hacen asumir esa enorme
responsabilidad de saber que es lo que quieres ser para toda tu vida.
El
responsable que plantea el dilema, asume que tu madurez, reflexión y
estudios, han desarrollado una mayor sensatez, que han hecho
desaparecer en ti, esa obsesiva pasión por el mundo del circo, las
naves espaciales o los focos y alfombras rojas. Con una mayor
capacidad reflexiva, mayor conocimiento de uno mismo, y asumiendo
limitaciones personales con una madurez mas desarrolla, deberías
decir, que quieres, si así lo sigues sintiendo, conquistar la
Luna, ser la estrella de un musical, o irse de gira con el circo
ruso. Pero no, la contestación es otra. Lo que piensas y sueñas, no
es lo que en ese momento expresas: ''quiero ser médico, papá, como
tu''.
Tu
padre, sonríe, ha ganado la batalla. Por fin tras años de
educación, de repetirte una y otra vez, que es bueno, o malo para
ti, de infundir miedos, sobre-protegerte, inculcarte el valor de
''ir a lo seguro'' y hacer hincapié que hay edades donde uno ya no
puede soñar, porque los sueños no dan de comer, ha conseguido su
propósito. Ha logrado anteponer sus deseos a los tuyos.
No
solo el padre ha ganado la batalla, es en el fondo, la sociedad y el
sistema son quienes han ganado. Desde pequeño nos bombardean con
imágenes de la vida feliz: casa+perro+coche+vacaciones en Benidor=
felicidad.
Todos
tenemos que ir en esa dirección, y el que se tuerza, esa oveja negra
descarriada, debe ser redirigida con el rebaño. No hay sueños
individuales, sino que priman los de la sociedad. Es tal la presión,
que cuando uno logra hacer lo que quiere, y decide tirar en busca de
sus verdaderos sueños, te hacen sentir mal, logran hacerte dudar,
sentirte egoísta, loco....
¿Hasta
que punto vamos a seguir así?....cuando nos vamos a dar cuenta que,
mi vida es mía, y no sólo eso, sino que además no es infinita,
sino que tiene un fin, una fecha de caducidad. ¿Queremos vivir, esta
única vez a su manera, rígida, rutinaria y predeterminada, o
queremos vivirla como a nosotros se nos antoje, libre, indeterminada,
con riesgos....?.
Es
contradictorio, que nosotros, que podemos elegir, que tenemos
opciones, que sabemos mas que nunca, seamos los que mas miedo al
fracaso y a la incertidumbre tenemos. Basta de seguir el ritmo que
nos dictan, basta de vivir con miedo y hasta el cuello de gastos, de
un trabajo que no nos gusta, en una casa que nos ahoga y en un país
que no me permite ser yo.
Súbete
al carro de ese circo, escribe el guión de tu vida, sigue esa
estrella, la que te guíe hacia ese futuro finito. Un futuro con
final, pero un final escrito y vivido por ti.
Nunca
debemos dejar de ser niños..