domingo, 26 de diciembre de 2010

Cronica salvadoreña VI: Noche buena

La nochebuena en Lempa, fue una mezcla entre alegra y recuerdos. La alegria vino de la mano del
pequeño Moises Esau, el nuevo integrante de la familia. El pequeño nacio el 23, y vino a pasar la
nochebuena con nosotros. Pequeño y tranquilo, no lloró en su primer dia de vida, tan solo la paso
durmiendo y comiendo. Muchos vinieron a visitarle a el y a la mama, Eva que está como si no
hubiese dado a luz. Tan solo un pañuelo atado en la cabeza, que le tapaba los oidos para evitar que
le entrase aire que la enfriara, era lo unico que la delataba como recien mama.
La parte mas triste, venia marcada por la ausencia de Moises. Todos nos acordamos de el, de los
preparativos que hacia previo a la cena. Lola lloró y nadie quiso hacer una gran fiesta en casa.
Preferimos cenar tranquilo, recibir con cariño y hospitalidad a los que se pasaran por la casa pero o
hacer nada a lo grande.
Para evitar que la tristeza ahondase en todos mas y mas, nos fuimos al baile. Con nuestras mejores
galas, pintadas y peinadas por las pinturas y aparatos de la española, nos pusimos en marcha al
baile. Tuvo lugar en un ranchito, enfrente de la casa. Musica, luces, bebida y todos a bailar. En la
pista los mas jovenes ya a lgun borracho...en las mesas de alrededor los casados o las
desafortunadas a las que nadie sacaba a bailar.
Una fiesta tranquila, donde los niños con petardos y chismes de colores animaban el baile, de
cumbias, regeton y alguna salsa.
En definitiva una experiencia distinta, sin el glamour de las ciudades, sin las grandes cenas, ni adornos navideños, pero con mucho amor de cada uno de los qeu aqui me tienen como si fueran mi familia, y los que teneis la suerte de conocerlos, lo sabeis.
Abrazos!

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